La estatua de la Libertad(Por Martín G.)

En este post incluyo todos los trabajos que realizé acerca de La estatua de la Libertad. También pueden verlos en mi blog http://martog.blogspot.com/.
Tira de imágenes:
Utilizé varias imágenes encontradas en Internet:





Esta es la imagen que creé:
Uní varias e las fotos:
En el centro está la estatua, seguida por una paloma.
Abajo a la derecha hay una multitud, aunque no se le vea bien.
Abajo a la izquierda está el águila distintiva de EE.UU.
Y de fondo está la bandera de este país.


Está es la foto satelital, la saqué de Google Maps:




Este anuncio me pareció interesante porque muestra el lado oscuro de la historia de una estatua que sufrió de la malicia humana. Un retrato de otro ideal corrompido.


¿Estatua de la Libertad?

Autor: LUIS ÚBEDA



El 28 de octubre de este año se cumplirán 120 años de que el pueblo francés obsequiara al norteamericano con un presente que, por un lado, rendía tributo a la sangre gala vertida durante la guerra de independencia que llevara a feliz término George Washington, y por el otro, representaba los más justos ideales de la democracia que movieron a los fundadores de esa nación: la Estatua de la Libertad.

Empero, la Gran Dama del Puerto —como se le conoce popularmente—, aparte de cargar con su pesada antorcha, también ha tenido que hacerlo con todos los desatinos, prepotencias y arrogancias de muchos de los gobernantes de turno, convirtiéndola en símbolo del engaño y de los más oscuros propósitos de la política imperialista yanqui.

Cuanta razón tenía nuestro Apóstol José Martí cuando, al siguiente día de la inauguración, se hacía eco del acontecimiento en crónica destinada al diario argentino La Nación: "… le sienta la tristeza, que desaparecerá sólo de sus ojos cuando los hombres se amen…"

Las actuales señales indican, lamentablemente, que ese instante aún dista, en primer término por la conducta irresponsable y arbitraria de quienes se creen investidos con los poderes del César y actúan con la mentalidad de Calígula.

Sin embargo, "Miss Liberty" está ahí, sobre su sólido pedestal de la isla Bedloe —denominada hoy Liberty Island—, y vale la pena rememorar la génesis y la trayectoria de esta inmensa mole metálica que un día simbolizó la tierra prometida para millones de inmigrantes.

LABOULAYE, BARTHOLDI Y EIFFEL

Como apuntamos anteriormente, una de las razones de este gigantesco obsequio fue perpetuar el primer centenario de la independencia de los Estados Unidos, el 4 de julio de 1776, George Washington devino primer presidente de esa nación y con ello puso fin a la colonización inglesa.

La paternidad de ese homenaje se debe al historiador francés Edouard de Laboulaye, quien en 1865 sugirió la realización de un monumento en recordación de la amistad franco-estadounidense durante el lapso independentista.

Tocó el turno entonces al escultor Frederic Bartholdi, quien concibió la obra como una gigantesca estructura metálica que pudiese ser traslada en piezas hasta su destino. Mientras el artista laboraba en el proyecto, se creó la Unión Francoamericana, encargada de recabar los cuantiosos fondos necesarios para su ejecución. Por último, en 1884 Bartholdi anunció que su parte había concluido.

He aquí donde entra a desempeñar su papel el creador del también más emblemático símbolo de los franceses: Gustavo Eiffel. A él correspondió la concepción del esqueleto de la estatua, y el 4 de julio de 1884, el ingeniero Fernando de Lesseps —artífice del Canal de Suez—, presentó el monumento en París, en nombre del francés, al representante norteamericano en esa nación, Levi Morton.

Un buque galo se encargó de trasladar las piezas del conjunto hasta Nueva York, a donde arribaría el 17 de junio de 1885. Las 210 cajas que componían el cargamento fueron trasladadas a la citada isla Bedloe, entre Nueva Jersey y Nueva York, y durante 16 meses, miles de obreros trabajaron en el montaje del complejo monumental, terminado dos años y meses más tarde de lo previsto.

Hecha de chapa de cobre sobre una armadura metálica con un peso de 225 toneladas, la Estatua de la Libertad tiene 46 metros de alto desde los pies hasta el extremo de la llama de la antorcha, y se alza sobre un pedestal de 47 metros de altitud. Un ascensor transporta a los visitantes desde la base hasta el pie de la estatua, y de allí dos escaleras y 354 escalones les conducen hasta el mirador situado en la enorme testa coronada (luego de los atentados terroristas de septiembre 11 de 2001, la "Señora de la Antorcha" permaneció cerrada durante tres años para nuevas reformas y mejorar su seguridad. Desde entonces, se decidió prohibir el acceso al mirador de la corona).

En 1924, el presidente Calvin Coolidge declaró Monumento Nacional de los Estados Unidos a la estatua, que anualmente es visitada por más de dos millones de personas.

NEGOCIOS MÁS, NEGOCIOS MENOS

Con motivo del bicentenario de la independencia y cabalgando sobre la silla presidencial de Ronald Reagan, el obelisco sufrió un complejo proceso de restauración que, de un costo inicial de 20 millones de dólares, ascendió a la astronómica cifra de 230 millones. Dieciséis corporaciones yanquis —fundamentalmente la Chrysler, la Coca Cola y la Kodak—, hincaron el diente en el proyecto recaudador, a cambio de obtener derechos exclusivos para emplear el logotipo de esta reliquia a favor de sus campañas publicitarias.

El equipo de especialistas detectó con asombro que la estructura metálica había sido armada erróneamente, toda vez que su pilar central se hallaba inclinado a la derecha. Incluso la cabeza, que debía apoyarse en el centro del pilar maestro, de acuerdo con los planos de Eiffel, aparecía a medio metro de éste. De ahí que en 1940, al recostarse la cabeza sobre uno de los lados, un rayo de la corona perforó el brazo que sostiene a la antorcha, lo que motivó su reforzamiento. En aquel momento nadie descubrió por qué había ocurrido esto.

En total, la "vieja dama" presentaba trece quebraduras a lo largo de su cuerpo, por lo que los técnicos determinaron apuntalarla antes de acometer las tareas de rescate. Durante treinta meses alrededor de 300 toneladas de andamiajes recubrieron el monumento, y la restauración incluyó la sustitución de pernos, barrotes, remaches y planchas de cobre que conforman la "piel", así como la adición de una nueva escalera interior, una nueva antorcha —la original fue traslada a un museo neoyorquino—, otro refuerzo en el brazo, una plataforma en la base (para facilitar la visión interna de la estatua) y un balcón donde culmina todo el basamento.

La nueva antorcha, por cierto, también esta vez fue obra de especialistas franceses, y está revestida con láminas de oro.

Como era lógico suponer, un avispado comerciante en chatarra adquirió los materiales desechados y los tradujo en lucrativo negocio, vendiendo placas conmemorativas, adornos, estatuillas y muchos otros objetos procedentes de esta "chatarra de la libertad", en ocasión de su 200 cumpleaños.

CURIOSIDADES

Por si fuera poco —cosas del sistema, no hay de qué asombrarse—, poco antes de la reapertura al público, el monumento estuvo a punto de ser… ¡subastado! Sucede que en 1834 los tribunales concedieron al estado neoyorquino la regencia sobre las islas Ellis y la actual Liberty, pero los actuales "nuevajersianos" pretendían echar al cesto esa página de la historia luego de incluir una serie de propiedades en sus arcas.

La anécdota me trae al recuerdo lo escrito en una ocasión por el colega Oscar Ferrer: "Que la Estatua de la Libertad sea hoy un símbolo frustrado no puede imputarse a los que sugirieron la donación del monumento. El hecho es responsabilidad de los gobiernos imperialistas norteamericanos que, en nombre de una supuesta sociedad libre, han socavado sus valores éticos y han pretendido impedir a otros pueblos alcanzar su libertad y defender su independencia y soberanía".

Confiemos en que el velo que cubre los tristes ojos de la Estatua de la Libertad caiga de una vez y para siempre, para honra de ese pueblo que en 1776 hizo lo que los cubanos iniciaron en 1868 y culminaron en 1959: la conquista de su independencia y de su soberanía.

Fuente: http://cubahora.co.cu/index.php?tpl=dossiers/acuarela/share-tpls/ver-not.tpl.html&newsid_obj_id=1011378